Esta entrada está relacionada con la práctica llevada a cabo el 9 de Noviembre en la asignatura de Actividades Físico-Expresivas.
Durante esta sesión se trabajó con la dramatización. Cabe señalar que no es lo mismo dramatizar que mimo. Muchas personas lo confunden y el rasgo diferencial es que dramatizar implica lenguaje verbal, acompañado del lenguaje no verbal.
Según Tejerina (1994, citado en Cifo, 2016, p.125):
En la asamblea inicial la docente explicó la existencia de diferentes etapas de dramatización en función de la edad del alumnado (Ortiz, 2002).
1. Juego simbólico. (4-5 años). En esta etapa la improvisación y espontaneidad son cruciales, ya que los niños no conocen ni los personajes, ni la historia, ni el guión. Lo único que tendrá de guía el alumno será el escenario que el docente plantee para que actúen.
2. Juego dramático. (6-8 años). Esta etapa de diferencia del juego simbólico en que en esta ocasión los alumnos si conocen el tema (por ejemplo, que tienen que actuar como si fuesen indios). El diálogo y la historia siguen siendo improvisados. Los personajes y los subtemas pueden darse o no.
3. Dramatización creativa (9-13 años). En esta etapa se da el tema, los personajes y la historia. Lo único que los alumnos desconocen es el diálogo, que es improvisado.
4. Creación colectiva( 14-17 años) y es lo que se entiende como obra de teatro en sí. Aquí no existe nada espontáneo ni improvisado, sino que los alumnos conocen todas las partes de la obra.
Según Motos y Tejedo (1999, p. 14):
Se puede dramatizar un poema, un relato o incluso un problema de matemáticas a través de diferentes actividades y ejercicios. Dramatización es tanto como teatralización [...], es decir, dotar de estructura dramática a algo que en un principio no lo tiene , como crear un estructura teatral a partir de un poema, relato, fragmento narrativo, noticias de prensa, etc, modificando la forma orgánica de los textos y adaptándonos a las peculiaridades del esquema dramático.
En la sesión práctica se realizó una actividad en la que a cada alumno se nos repartió un papel. En ese papel escribíamos cada uno un título que estuviese relacionado con la noche de Halloween. Cuando acabásemos se lo pasamos al compañero de la izquierda. En ese papel que recibimos escribimos un inicio de un cuento y lo pasamos otra vez al compañero de la izquierda. En ese papel escribimos el desarrollo siguiendo la introducción que había ya escrita y lo pasamos a la izquierda de nuevo. Por último, recibimos un nuevo papel donde tuvimos que escribir un desenlace, Cuando terminamos, la docente formó tres grupos de cinco personas. Cada grupo tenía que poner en común los cuentos que les había tocado, escoger el que más les gustase y representarlo. La condición para hacer la dramatización es que todos tenían que participar hablando. Además, la docente nos dijo que después de hacer la representación con nuestro acento normal, teníamos que repetirlo usando un acento distinto.
Desde mi vivencia personal, la actividad que realizamos fue muy divertida y diferente. En mi etapa de Primaria realicé dramatizaciones pero no de este modo. Hasta la fecha, ha sido una de las sesiones prácticas más divertidas que he vivido. La actividad que realizamos me parece idónea para llevarla a cabo en los últimos cursos de Educación Primaria ya que al tratarse de una dramatización colectiva, los alumnos pueden improvisar el diálogo siguiendo un tema, historia y personajes ya fijados.
Referencias:
-Motos, T. y Tejedo, F. (1999). Prácticas de dramatización. Madrid: La Avispa.
-Ortiz, M. (2002). Expresión Corporal. Una propuesta didáctica para el profesorado de la Educación Física. Granada: Grupo editorial universitario.
-Tejerina, I. (1994). Dramatización y teatro infantil: dimensiones psicopedagógicas y expresivas. Madrid: Siglo Veintiuno de España Editores.
Durante esta sesión se trabajó con la dramatización. Cabe señalar que no es lo mismo dramatizar que mimo. Muchas personas lo confunden y el rasgo diferencial es que dramatizar implica lenguaje verbal, acompañado del lenguaje no verbal.
Según Tejerina (1994, citado en Cifo, 2016, p.125):
La dramatización se considera a la tendencia que tienen los niños a dramatizar hechos de la vida o situaciones inventadas y trata de ofrecerles la ocasión de expresarse y hacerles adquirir los medios para progresar en la comunicación. Jugar a expresar se esclerotiza poco a poco con la edad y con la presión de diferentes condicionamientos sociales.
1. Juego simbólico. (4-5 años). En esta etapa la improvisación y espontaneidad son cruciales, ya que los niños no conocen ni los personajes, ni la historia, ni el guión. Lo único que tendrá de guía el alumno será el escenario que el docente plantee para que actúen.
2. Juego dramático. (6-8 años). Esta etapa de diferencia del juego simbólico en que en esta ocasión los alumnos si conocen el tema (por ejemplo, que tienen que actuar como si fuesen indios). El diálogo y la historia siguen siendo improvisados. Los personajes y los subtemas pueden darse o no.
3. Dramatización creativa (9-13 años). En esta etapa se da el tema, los personajes y la historia. Lo único que los alumnos desconocen es el diálogo, que es improvisado.
4. Creación colectiva( 14-17 años) y es lo que se entiende como obra de teatro en sí. Aquí no existe nada espontáneo ni improvisado, sino que los alumnos conocen todas las partes de la obra.
Según Motos y Tejedo (1999, p. 14):
Se puede dramatizar un poema, un relato o incluso un problema de matemáticas a través de diferentes actividades y ejercicios. Dramatización es tanto como teatralización [...], es decir, dotar de estructura dramática a algo que en un principio no lo tiene , como crear un estructura teatral a partir de un poema, relato, fragmento narrativo, noticias de prensa, etc, modificando la forma orgánica de los textos y adaptándonos a las peculiaridades del esquema dramático.
En la sesión práctica se realizó una actividad en la que a cada alumno se nos repartió un papel. En ese papel escribíamos cada uno un título que estuviese relacionado con la noche de Halloween. Cuando acabásemos se lo pasamos al compañero de la izquierda. En ese papel que recibimos escribimos un inicio de un cuento y lo pasamos otra vez al compañero de la izquierda. En ese papel escribimos el desarrollo siguiendo la introducción que había ya escrita y lo pasamos a la izquierda de nuevo. Por último, recibimos un nuevo papel donde tuvimos que escribir un desenlace, Cuando terminamos, la docente formó tres grupos de cinco personas. Cada grupo tenía que poner en común los cuentos que les había tocado, escoger el que más les gustase y representarlo. La condición para hacer la dramatización es que todos tenían que participar hablando. Además, la docente nos dijo que después de hacer la representación con nuestro acento normal, teníamos que repetirlo usando un acento distinto.
Desde mi vivencia personal, la actividad que realizamos fue muy divertida y diferente. En mi etapa de Primaria realicé dramatizaciones pero no de este modo. Hasta la fecha, ha sido una de las sesiones prácticas más divertidas que he vivido. La actividad que realizamos me parece idónea para llevarla a cabo en los últimos cursos de Educación Primaria ya que al tratarse de una dramatización colectiva, los alumnos pueden improvisar el diálogo siguiendo un tema, historia y personajes ya fijados.
Referencias:
-Motos, T. y Tejedo, F. (1999). Prácticas de dramatización. Madrid: La Avispa.
-Ortiz, M. (2002). Expresión Corporal. Una propuesta didáctica para el profesorado de la Educación Física. Granada: Grupo editorial universitario.
-Tejerina, I. (1994). Dramatización y teatro infantil: dimensiones psicopedagógicas y expresivas. Madrid: Siglo Veintiuno de España Editores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario